EL PROBLEMA
Con el paso del tiempo, al igual que otras partes del cuerpo, los dientes experimentan un desgaste que puede reducir su tamaño, afectando así la apariencia natural y juvenil de nuestra sonrisa y del rostro en general. Este desgaste puede ser especialmente marcado en personas que padecen de bruxismo. Esta condición, que a menudo ocurre de manera involuntaria durante la noche, implica apretar y rechinar los dientes, y está siendo cada vez más común.